Un montepulciano a ritmo de cora y djembés

El pasado viernes tuvimos la oportunidad de disfrutar con dos grandes, sin capas de cebolla, sin complejos. Lokua Kanza y Salif Keita. Quién nos lo iba a decir. Pero alli estabamos, en primera linea de la barrera. Costó romper la armadura petrea que protege en ocasiones a los germanos. Nosotros mismos bailabamos timidamente. Incluso habia personas a nuestro alrededor que nos miraban con el morro torcido cuando cantabamos, comentabamos y reiamos. Al final la música y el ritmo sin freno de los djembés, la cora, y las voces poderosas de los artistas pudo con la coraza y la gente se unio y se dejo arrastrar. Salif Keita dejo que hubiera personas que subieran al escenario. De los mejores conciertos. Ojala el año que viene, en el Leverkusen Jazz Festival podamos volver a estar cerca de algo similar.

Libros para todos. Nunca antes fue tan tesoro un libro

Sabado pasado por agua. Lieja, villa historica, cuasidecrépita. Melancólica en un día lluvioso y gris. Pero encontramos el tesoro que fuimos a buscar. Apareció como en los cuentos de aventuras, cuando menos te lo esperas. Cuando la brújula ha dejado de ser util y sólo la intuición es la mejor guia. Esta es la lista:

Bande dessinée
"Faire le Mur", Maximilien Le Roy
"Immigrants", varios

Libros
"Candide", Voltaire
"Le Dérèglement du monde", Amin Maalouf
"La carte et le territoire", Michel Houellebecq
"Demain j'aurai vingt ans", Alain Mabanckou
"L'aide fatale", Dambisa Moyo
"Le Cavalier et son ombre", Boubacar Boris Diop
"Mom premier livre sonore"

Peliculas
"La Fiancée syrienne"

Los farolillos de San Martin

Con seguridad, Saramago, de igual forma que relata en "Cain" su intepretación de relatos de historiadores del mundo antiguo, contaría mucho mejor que yo la leyenda/historia del Legionario Martin, venido a Santo por curiosos avatares del destino. Aún asi, ahí va el intento:

Era Martín un legionario romano. En una fría noche, haciendo su guardia en las vencindades de la villa de Amiens, se topó con un mendigo. La mendicidad no estaba bien vista en aquella epoca. Mas o menos como ahora. Las cosas no han cambiando mucho en ese aspecto. El mendigo le pidió limosna y el soldado, que era de los buenos, al mismo tiempo que no tenía dinero decidió hacer la vista gorda. Pero cuando se iba a marchar, se dió cuenta de que el mendigo estaba tiritando de frío. Pensó entonces que mejor que no expiara en su guardia, sino tendría que dar muchas explicaciones al centurión de su turno. Fue así como decidió darle la mitad de su capa. Ésta era de pura lana virgen, gruesa, una prenda muy apropiada para protegerse del frio. La cortó con su espada y le arropó con ella. El por qué le dió la mitad y no la capa entera en esa fría noche es algo que ni la tradición oral crisitiana ni la iconografía de la época nunca han aclarado. El caso es que seguramente llamaría más la atención un legionario con media capa cortada a espada que sin capa, pero dejemoslo ahi. No vamos a juzgar las decisiones de este buen soldado, que como él hay pocos hoy en dia, todo hay que decirlo. A ver quien es el soldado que, en el transcurso de una misión de esas de mantenimiento de la paz, y bajo estrictas ordenes de su inmediato superior, se desprende de sus enseres para darselos a un pobre local. Con lo que cuestan los equipos de los soldados. No hay mas que verlo en revistas como "Armas" o "XXI Legión". En fin, eso tampoco lo aclara la leyenda. El caso es que le dió media capa y se marchó a tomar un vino caliente poder terminar la guardía con buen cuerpo.

Resultó que el mendigo era Jesús Christi disfrazado. Y al día siguiente, como agradecimiento a su gesto, el Señor visitó al legionario. Martín quedó tan honrado por la visita, que dejo la legión y se vistió con los sagrados habitos. Mas tarde fue nombrado obispo de Tours, y un poco mas tarde sobrenombrado con el "San". Todo esto viene a demostrar que ya desde bien antiguo, el hecho de tener buenos contactos y amigos es fundamental para cambiar de trabajo, profesión y promocionar.

San Martin entonces, consagró el resto su vida a combatir las expresiones de índole pagano. Pagano para él claro está. Para los propios paganos, lo que hacían ellos mismos no les parecia que estaba mal. Para ellos, era el obispo Martin quien quería arrastrar [en sentido literal de la palabra] conciencias. Habría que esperar muchos muchos años para que cierta película de animación acuñara una frase fundamental en la moral humana: Hakuna Matata (vive y deja vivir). No parece no obstante tan sencillo de llevar a la práctica viendo como está el mundo de hoy. Hay que ponerse entonces en la piel del obispo Martín y de los paganos de la época. Ambos consideraban que estaban haciendo lo que debían hacer. Unos sus "paganeces" y el otro su combate.

Para el obispo Martín, la ferrea disciplina y entrenamiento adquiridos durante su etapa de legionario le fueron muy utiles. No está claro en este punto los métodos que empleó en su lucha contra los infieles, pero es de suponer que fueron de sobra aceptados. De otro modo, no se podría entender su ascenso a la santidad.

En Alemania, en la actualidad, los niños celebran la generosidad de San Martín con sus faroles y comparten pan, hecho por ellos mismos, con sus compañeros. En algunas regiones de Alemania hornean hombrecillos de pan llamados “Weckmann” o “Hefeteigmann.”

Lo mas entrañable de esta historia, además de ver la sonrisa de los niños, es el farolito que ha quedado de recuerdo, inmortalizado en fotos únicamente. El pobre no pudo aguantar los achuchones cariños de unas manos de año y medio. Veremos el año que viene.

Los colores siempre quedan

Muchas hojas amarillas, y ocres, y marrones, y algunas naranjas. Las hay de tantos colores que habría que coger una de cada y pegarlas en un cuaderno. Como cuando hacíamos los deberes de ciencias naturales. Había que preparar un herbolario. Si tocaba que el ejercicio coincidía con el otoño, el cuerderno estaba lleno de colores. Por aquel entonces la tarea consistía en identificar de que planta o arbol eran las hojas, y describir la hoja de turno. Los colores daban igual. Ahora, he olvidado el nombre de todos aquellos tipos de hojas, pero me gustan sus colores, sobre todo en otoño.

Un día Joyce tocó a mi puerta

Hace ya un par de meses que he terminado el Ulises de James Joyce. El propio Joyce, en la carta que escribio a su amigo Carlo Linati, en 1920, enviadole el "esquema" explicativo de su libro a punto de terminar su redacción, lo introduce, textualmente, así:

"En vista del enorme volumen y de la más que enorme complejidad de mi maldita novela-monstruo, es mejor mandar... una especie de resumen-clave-esqueleto-esquema [...]" 

El esquema es más indescifrable si cabe que la propia novela, la cual me parece fascinante. Sólo puedo recomendar el leerla. Yo he tardado algo asi como un año y unos cuantos libros adicionales entre medias para hacer algún parentesis que se me antojaba necesario. Resulta bastante intrincado seguir los pasos y la linea de pensamientos de Leopold Bloom, (de cada uno de nosotros, ¿no?...)

Brillante

Por y para Sofia

Cuando un niño pone en práctica su rol de niño es capaz de exasperar a los mayores con su insaciable curiosidad y sus "porqués" interminables. Cuando son los mayores los que preguntan a los niños, generalmente las respuestas son de una ocurrencia y sentido común aplastante. Sin embargo, cuando es el niño el que maneja la conversación y el mayor no se da cuenta hasta dias despues, creo que es algo brillante.

Y eso es lo que precisamente ocurrió cuando una niña de cuatro años decidió responder a todas las preguntas de sus mayores con un sencillo y lógico "¡claro!" o "¡ni idea!", según corresponda a la pregunta de turno.

En fin, quizas no nos damos cuenta de la frecuencia y de lo habitual con lo que utilizamos y se utilizan estas expresiones en el mundo de los mayores. Sobre todo "¡ni idea!", aunque generalmente está camuflada detrás de verborreas fastuosas.

Para muestra vale un botón. Extracto de una entrevista realizada a George W. Bush, algunos dias antes de concluir su segundo mandato. Las respuestas de Mr. B ha sido sustuidas por las expresiones que acabamos de comentar, para ahorrar al lector de justificaciones y razonamientos vacios:

PREGUNTA.- Usted ha estado entre los más optimistas al decir que creía que podía crearse un Estado palestino que coexistiera pacíficamente con Israel. Teniendo en cuenta lo ocurrido en Gaza, ¿qué razones hay para mantener ahora este optimismo?

RESPUESTA.- Ni idea
P.- No obstante, cuando tuvieron la oportunidad de expresarse libremente, votaron a Hamas.
R.- Claro
P.- ¿Cómo reconcilia esto con las enseñanzas constantes en las escuelas palestinas de odio al judío, odio al gentil y odio a Occidente?
R.- Ni idea.
P.- Poco después de convertirse en presidente usted dijo que no le preocupaba el déficit porque permitiría controlar el gasto del Congreso.
R.- Claro
P.- Entonces, ¿de qué sirven los principios?
R.- Ni idea
P.- Le han llamado socialista. ¿Qué opina de ello?
R.- Ni idea
P.- ¿Qué significa ser un republicano en 2009?
R.- Ni idea.
P.- No menciona las cuestiones sociales.
R.- Claro
P.- Han llegado a calificarle como el peor presidente de la Historia. Sorprende que usted nunca haya respondido en los mismos términos.
R.- Claro.
P.- Antes de una decisión trascendental, como dar la orden de derrocar a Sadam Husein, ¿le pide usted a Dios: «Señor, revélate y detenme si ésta no fuera la decisión correcta»?
R.- Claro
P.- ¿Qué quiere decir con eso?
R.- Ni idea
P.- ¿Tiene pensado hacer un discurso de despedida?
R.-: Claro
P.- Y algo mucho más importante. Sabiendo todo lo que sabe ahora, ¿qué volvería a hacer?
R.- Ni idea
P.- ¿Por qué?
R.- Ni idea

Figura de Metal

" [...] mirada perdida en el vacío y pensamiento errante. Alzó la mano como queriendo decir nada en un gesto que se pierde en el anonimato de la burbuja cotidiana. Quería hablar y habló. Palabras que merecen ser oidas pero que son ignoradas con suficiencia e indiferencia.
                                                              [...] personas que se paran y admiran las figuras de metal. Les cambian de postura, con articulaciones imposibles, mostrando gestos graciosos y finos. Y se fotografian con ellas. Y les hablan, y se rien con ellas. Mas de una persona piensa que le gustaría tener la talla delgada y fina de las figuras de metal.

[...] Piensa que si fuera una figura de metal quizas la gente de su alrededor la miraría con una sonrisa en el rostro. El pensamiento se convierte en deseo, y el deseo es tan fuerte que se convierte en realidad. Ahora es una figura de metal, una mas en un mundo lleno de figuras de metal [...]"