Fundación para el sentido común

Ya hemos llegado: el punto de inflexión donde todo se va al garete, en el sentido mas literal de la expresion, es decir, perdida de rumbo total. Hace no tantos años, un puñado de siglos nada más, el mundo lo habitaban no más de 500 millones de personas individuales. Hoy en dia, hay cerca de 7000 millones de co-habitantes, y dentro de no tan poco se llegara a 10.000.

Como dicen los tópicos, está en la naturaleza del ser humano eleminarse los unos a los otros. Bueno, dicho de forma no tan directa, el no saber/querer/tolerar/aprender (realmente se pueden emplear muchos verbos aqui), a con-vivir unos con otros. Y esto es aplicable a cualquier escala. Desde la unidad de co-habitacion mas simple que se pueda pensar (piénsese de un vecino solitario con otro vecino solitario), hasta la mas compleja, a escala pais-pais. Claro, que esto también es una vision muy sesgada y pesimista. Hay ejemplos de convivencia ejemplar a lo largo y ancho del globo, y fuera de él tambien (ISS)....

Pero la mente aun no se ha desarrollado lo suficiente para adaptarse con la rapidez que se le hubiera requerido a este aumento de poblacion humano. Es mas, el rechazo al vecino es aun mayor de lo que era cuando solo habia 500. Es normal ¿no?, cuanta mas gente, mas ruido hay. Sin embargo, lo realmente alarmante es que aun viendo lo que se está avecinando, el ser humano, "animal" dotado de inteligencia está perdiendo lo único que todavía le quedaba por perder. Su sentido común. Éste se está viendo sustituido por agentes tanto materiales como inmateriales que ciegan la mente humana, la hacen gelatinosa, vaga y borreguil (salvo excepciones).

Hoy, no es que niege el concepto de mundo globalizado. Ese concepto ya se ha dado por aceptado y por asentado. Hoy simplemente, no se desea con-vivir. Los odios que se sembraron en el pasado, desde la cruzadas del mundo antiguo, hasta las "ideas cruzadas" de algun iluminado impiden que uno se sienta tranquilo cuando se va a dormir. Y por supuesto, el tema de pedir perdón y la autocritica, es simplemente inexistente. No se verá nunca a una gran potencia, (o a una no potencia sin mas) rebajarse hasta el punto de pedir disculpas por el daño realizado o incluso por la cizaña diseminada.

Conceptos como la distribucion de la riqueza, empezando por la distribucion de los alimentos se quedan tapados bajo capas de indiferencia y aislamiento por la mano "de los mercados". La muerte de 25.000 personas AL DIA por el hambre no puede competir con la bajada de 3,89686875875875 puntos del indice mercantil cualquier que sea, el cual además, juega entre otras cosas con el precio de los alimentos e impide que los que no tienen que comer, tengan aun menos y directamente mueran.

El ser humano marca las reglas del juego para el ser humano y para ser humano (existir humanamente). El ser humano tiene la clave para hacer que esto se enderece. Solo es cuestion de aplicar o recuperar el sentido comun sobre la esencia de lo que realmente importa, y poner buena voluntad en la tarea.

Trazos Libres

Esta imagen escaneada corresponde al dibujo a trazo libre y mano alzada más famoso de la autora hasta la fecha. Se puede percibir a simple vista la complejidad del mismo, la delicadeza y detalle de los trazos. Los pequeños remolinos de linea delgada se enrollan entre si, pero están distantes unos de otros, como un archipielago de islas virgenes.

Sin duda, voy a seguir la trayectoria de esta artista novel, que promete darnos grandes sorpresas ya desde su mas tierno comienzo.

Mensaje directo

Después de varios meses ausente he vuelto con nuevos bríos al espacio virtual. Ayer me enteré, por casualidad leyendo un número ya pasado del semanal Jeune Afrique, que el autor de “Indignados”, Stéphane hessel, motor intelectual de todo el movimiento del mismo nombre que estamos asistiendo en varios países  del mundo,  fue también en 1948 el co-autor de la Declaración Universal de los derechos humanos.   (aun no me he leido "Indignados", por eso no lo he sabido hasta ahora....). Hoy, 63 años después, vuelve para dar unos cachetes a la sociedad y clase dirigente en general. Supongo que el hombre no podía dejar de revolverse en su silla o sillón allá donde estuviera, viendo en lo que la humanidad se está convirtiendo. No me extraña, no es el único.

Y lo hace de la misma forma que hace 63 se formuló la declaración universal de los derechos humanos (Yo siempre llevo una copia conmigo en mi Moleskine). En unas pocas cuartillas, con mensajes claros y directos. No se necesita más, ni mucho menos parafrasear con largos discursos donde las palabras quedan diluidas. Por eso su mensaje ha llegado, y está llegando tan lejos. Porque va al grano. Lamentablemente, hoy en día ya no basta con que a alguno se le saquen los colores. Esos algunos están tan bronceados que apenas se les nota.

Corto-documental Chicken a la carte