La belleza final

Llegamos al final del calendario gregoriano. La mejor noticia es que la belleza sigue derribando barreras. Y es que el ser humano es capaz de lo excepcional. 

Los genios

Van Gogh al menos se atrevió a ser fiel a si mismo en lo que le hacía feliz. Vivió pobre y miserable. Pasó todo tipo de penurias y dificultades. Pero pintaba. Ahora tal vez lo vemos con ojos bohemios. No somos capaces de sentir en nuestras carnes lo mal que lo paso. Y quizás si hubiera podido elegir, no habría sido pintor. Sin embargo, esa fue su maldición. Tan maldito estaba que no pudo escapar de su genialidad.

Y eso, les pasa a todos los genios. El resto, vivimos como podemos.

Sobre mí, 10 años, si me lo permiten

Son ya más de 10 años los que llevo publicando reseñas en esta bitácora. Echando una mirada atrás veo con los ojos de hoy que todo lo que escribí ayer me sigue gustando. De alguna forma insospechada constituyen evocaciones de lo que fui, de lo soy. No hay forma de averiguar a dónde me llevaran los pensamientos en el futuro. Dentro de otros 10 años habrá que volver la vista atrás de nuevo, y averiguarlo. Hasta entonces, espero. 

Retórica

La retórica es una contrapartida de la dialéctica, ya que ambas se refieren a determinadas cuestiones cuyo conocimiento es en cierto sentido común a todos y no propio de una ciencia definida.

Son una contrapartida de la otra porque sus objetivos son distintos —de acuerdo con Aristóteles, la Retórica es «la facultad de considerar en cada caso lo que puede ser convincente» y la dialéctica es el arte de «razonar sobre todo problema que se proponga a partir de cosas pausibles». 

El pintor

 Uno que está en los círculos sabe entrar en uno. Se lleva dentro. Lo difícil es salir cuando se ve atrapado.