Vergüenza. Una de tantas

Que algo como la fundación francisco franco esté legalmente permitido en España, esto es, permitir el enaltecimiento expedito y honra a la dictadura y sus actos de terrorismo, debería darnos vergüenza.


Como si en Alemania se permitieran las fundaciones y partidos nazis.


Pero en el país de la charrasca escondida en los dobleces del fajín, basta con decir la frase "España es diferente" y amenazar con una ojeriza para aparcar cualquier intento de limpiar esas vergüenzas, que se pretenden mantener chapuceramente en un segundo plano.