La rueda lleva ya girando un buen tiempo, antes de que empezaras tu a andar. Puedes elegir intentar pararla, subirte a ella y girar al mismo ritmo, o marcar tu ritmo en equilibrio. Hagas lo que hagas, lo que ya ha rodado, rodado quedará.
Rodeado de salinidad, contemplo incrédulo el amanecer azul. Trato de cazar la brisa y la vela rezonga perezosa mientras se tensa a su pesar. Yo la azuzo tirando de las escotas.
Nos movemos.
El rumbo aún no lo he fijado. Hay tiempo. Antes, un poco de libertad.