Para todos los padres llega un día en el que se ven reflejados en los trazos y garabatos libres que la mano de su niño lanza con brío. Ese día es muy importante y da que pensar. Es entonces cuando el adulto suspira brevemente, con una mezcla de alivio, alegría y cosquillas en el estomago, y piensa para si mismo "estamos toda la familia en el garabato..."
La rueda lleva ya girando un buen tiempo, antes de que empezaras tu a andar. Puedes elegir intentar pararla, subirte a ella y girar al mismo ritmo, o marcar tu ritmo en equilibrio. Hagas lo que hagas, lo que ya ha rodado, rodado quedará.
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