El rey de los holandeses dice que se el estado del bienestar se ha acabado como tal y apela a la solidaridad como soporte social (menos para con la corona, tal vez); en Italia, a las personas con etiqueta de ilegal se les multa por ser inmigrantes (¿o es al revés?); mientras, en Suiza se vota para proponer una renta mínima social para todos los ciudadanos (¿con ADN suizo?) de 2000€... (me imagino que después cerraran sus fronteras para evitar recibir inmigrantes, ilegales o no).
A estas alturas de la película los derechos de los humanos han dejado de ser derechos, pasando a ser una mera declaración de intereses, un "nice to have" tapado bajo la cultura de las redes-que-destruyen-y-banalizan-lo-social, el tuit rápido y el pollo frito.
Ojala el poder de los medios se empleara, al menos parcialmente en dar voz y luz a los que realmente trabajan cada día en la sombra para que las intenciones se conviertan en hechos, y los hechos en derechos.
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