"Lo que no tenía tan asumido, o simplemente ignoraba, es que lo que uno haga o no haga pueda depender no sólo del tiempo, las tentaciones y las circunstancias, sino de tonterías y ridiculeces, del pensamiento azaroso y superfluo, de la duda o el capricho o de un estúpido arranque, de las asociaciones inoportunas y del tuerto olvido o los volubles recuerdos, de la frase que te condena o del gesto que te salva"
Javier Marías, - Tu rostro mañana -
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