En una serie de conceptos no muy bien hilvanados pensó Goltstein que podía llevar a cabo su más absurda empresa: convencer a su entorno mas cercano de que no estaba loco.
Ello le suponía un esfuerzo inmenso, pero que no obstante estaba dispuesto a afrontar.
Entonces, entró en armonía consigo mismo y abrió la puerta de su casa para salir al mundo exterior.
La rueda lleva ya girando un buen tiempo, antes de que empezaras tu a andar. Puedes elegir intentar pararla, subirte a ella y girar al mismo ritmo, o marcar tu ritmo en equilibrio. Hagas lo que hagas, lo que ya ha rodado, rodado quedará.
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