Desde el 2015 no leía a Saramago. Demasiado tiempo ha pasado, aunque nunca es tarde.
Cuestión de la voluntad, o voluntades que todos llevamos dentro.
Vehemente o entusiasta, del latín furibundus, alcanza el aire cuando los demás pájaros ya han hecho suyo su espacio, y las ondas sonoras que sus alas despliegan alteran de forma imperceptible los colores del cielo.