Vehemente o entusiasta, del latín furibundus, alcanza el aire cuando los demás pájaros ya han hecho suyo su espacio, y las ondas sonoras que sus alas despliegan alteran de forma imperceptible los colores del cielo.
La rueda lleva ya girando un buen tiempo, antes de que empezaras tu a andar. Puedes elegir intentar pararla, subirte a ella y girar al mismo ritmo, o marcar tu ritmo en equilibrio. Hagas lo que hagas, lo que ya ha rodado, rodado quedará.
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