[....] Lope se quedó solo. Una soledad palpable, física que al segundo día, cuando se levantó para ir al trabajo, hizo que el sonido de su propia voz le sorprendiera en su propia casa. Tenía medios para combatir la soledad. Pero sus tan deseados proyectos, ahora que disponía de tiempo para dedicarles, le parecían tan vacíos y solos como él. Oía música (sin escucharla), ponía la tele (sin verla), hojeaba sus libros (sin leerlos).
Quienes llenaban la casa con sus ruidos y sonidos cotidianos ya no estaban. Y no se había dado cuenta de lo importante que era para él hasta ese momento. Esa revelación le hizo ponerse muy triste. Se había dado cuenta de que no había apreciado como debía lo contrario de la soledad cuando tuvo la oportunidad y fue el momento de hacerlo. [....]
La rueda lleva ya girando un buen tiempo, antes de que empezaras tu a andar. Puedes elegir intentar pararla, subirte a ella y girar al mismo ritmo, o marcar tu ritmo en equilibrio. Hagas lo que hagas, lo que ya ha rodado, rodado quedará.
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