La rueda lleva ya girando un buen tiempo, antes de que empezaras tu a andar. Puedes elegir intentar pararla, subirte a ella y girar al mismo ritmo, o marcar tu ritmo en equilibrio. Hagas lo que hagas, lo que ya ha rodado, rodado quedará.

lunes, 25 de agosto de 2014

Al otro lado de la muga

Hubo un tiempo cuando el hablar de uno y del otro lado de la muga significaba derivar a secretas y rumiadas conversaciones sobre el extraperlo, pasar sin ser visto, fugarse sin ser cogido, huida hacia la libertad o caida en el exilio desgraciado, controles con cadenas de pinchos y los dobles fondos en los bancos del gasolino.
 
A uno o al otro lado de la muga, no se sabía dónde y cómo Dios iba a repartir su suerte, casi siempre en forma de (des)gracias y delaciones a través del uso de sus recursos en la tierra como son los curas, ó donde se recogerían los amargos golpes torturadores del destino dispuesto por unos (in)humanos además de los curas, contra otros (in)humanos.
 
Pero también había gente valiente, con o sin intereses salvo quizas los propios, dispuestos a jugarse el tipo para salvar a una familia que había quedado separada por los horrores de una guerra que no termina nunca.
 
Siempre exisitirá alguna muga, y siempre habrá gente valiente dispuesta a pasarla una y otra vez a pesar de las barreras.




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