de su estrella el astrónomo,
de su pasión funesta el hechizado,
del número millón el ambicioso,
de la noche naval el marinero,
el poeta regresa de la espuma,
el soldado del miedo,
el pescador del corazón mojado,
la madre de la fiebre de Juanito,
el ladrón de su vértice nocturno,
el ingeniero de su rosa fría,
el indio de sus hambres,
el juez de estar cansado y no saber,
el envidioso de sus sufrimientos,
la bailarina de sus pies cansados,
el arquitecto del piso tres mil,
el faraón de su décima vida,
la prostituta de su traje falso,
el héroe regresa del olvido,
el pobre de un solo día menos,
el cirujano de mirar la muerte,
el boxeador de su triste contrato,
alguien regresa de la geometría,
vuelve el explorador de su infinito,
la cocinera de los platos sucios,
el novelista de una red amarga,
el cazador apaga el fuego y vuelve,
la adúltera del cielo y la zozobra,
el profesor de una copa de vino,
el intrigante de su puñalada,
el jardinero ha cerrado su rosa,
el tabernero apaga sus licores,
el presidiario anuda su alegato,
el carnicero se lavó las manos,
la monja canceló sus oraciones,
el minero su túnel resbaloso,
y como todos ellos me desnudo,
hago en la noche de todos los hombres
una pequeña noche para mi,
se acerca mi mujer, se hace el silencio
y el sueño vuelve a dar la vuelta al mundo.
Pablo Neruda, 17 de Octubre de 1958
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