12 agendas se amontonaban en vetustas estanterías. Lendon no recordaba como habían llegado a ocupar tanto espacio. El vacío que llenaban tapaba sus miedos y por eso dejaba que el polvo se acumulara sobre ellas. Abrirlas significaría enfrentarse a si mismo. Deshacerse de ellas cercenaría su memoria. El hecho de tenerlas donde pudiera sentir que estaban aligeraba la fragilidad de su bienestar. O de su fiebre. Lendon había empezado a crecer a la edad de 9 años, y tomo la decision de dejar de hacerlo cuando supo que su vida no había sido la suya, sino la de la mujer que emanaba luz.
Lendon dejó la pluma sobre el repositorio del escritorio. Cerró su decimotercera agenda, ya terminada, y la colocó en la estantería para que el polvo empezara a acumularse sobre ella.
La rueda lleva ya girando un buen tiempo, antes de que empezaras tu a andar. Puedes elegir intentar pararla, subirte a ella y girar al mismo ritmo, o marcar tu ritmo en equilibrio. Hagas lo que hagas, lo que ya ha rodado, rodado quedará.
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