La rueda lleva ya girando un buen tiempo, antes de que empezaras tu a andar. Puedes elegir intentar pararla, subirte a ella y girar al mismo ritmo, o marcar tu ritmo en equilibrio. Hagas lo que hagas, lo que ya ha rodado, rodado quedará.

domingo, 28 de octubre de 2012

El furor ciego de la vanagloria

No siempre ha de haber un propósito, ¿o sí? Que se lo pregunten a Rudolf. Toda la basura que sus ojos veían desapareció cuando se dio cuenta de que a la mediocridad intencionada no se la podía hacer salir de si misma. Entonces escribió. Fue elegante. Dijo lo que pensaba. Él mismo se reconoció en él mismo. Vio que las supuestas élites eran mediocres. Y vio como esta mediocridad de las élites dio paso entonces a furores paradójicos. No hay nada como tener siempre a tu lado a personas que te digan lo bien que haces las cosas, aunque las hagas mal. Aunque puedas mejorar. Aunque seas tu mismo quien te lo digas. Nada ciega más. Nada envalentona más. Nada transige menos.
 

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