La rueda lleva ya girando un buen tiempo, antes de que empezaras tu a andar. Puedes elegir intentar pararla, subirte a ella y girar al mismo ritmo, o marcar tu ritmo en equilibrio. Hagas lo que hagas, lo que ya ha rodado, rodado quedará.

domingo, 14 de octubre de 2012

Extracto. La Carta

"[...] Un día, un compañero preguntó en clase a nuestro profesor de inglés por qué la escuela se llamaba escuela de refugiados, por qué eso de refugiados. Nuestro profesor se quedó callado unos instantes y respondió “porque esta es una comunidad de personas refugiadas”. “¿y de que nos refugiamos, si estamos en nuestra propia tierra?” volvió a preguntar mi compañero de clase. Entonces, tras unos instantes de silencio más largos que los anteriores, mi profesor de inglés respondió: “Estáis refugiados precisamente por estar y seguir en vuestra tierra”. Nos miramos los unos a los otros y nos sentimos tristes. Una tristeza honda, que no se puede explicar con palabras porque te quita las palabras. Aquel día escribí en mi diario todas las razones y pensamientos que se me ocurrieron de por qué no deseaba nunca más ser llamada refugiada.

[...]

Los seres humanos no somos iguales. Hay categorías. Y a la categoría en la que me ha tocado vivir, se la puede pisar y oprimir. Abú Ammar también estaba en el lado pisoteado de la barrera. Pero él no nació en él, sino que decidió pasar a este lado y luchar precisamente para intentar derribar la barrera. Muchas veces tienes que entrar en el lado que “todos” desprecian y poder vivir y sufrir las cosas para poder luchar por ellas. Eso hizo Abú Ammar.[...]"


Presentado al Concurso III PREMIO YASSER ARAFAT “LXIV AÑOS DE HOLOCAUSTO PALESTINO”, 2012
Javier Castillo
 
 


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