Habiendo superado la crisis nos encontramos en medio del proceso de convergencia. El problema ahora es que nadie es capaz de decir hacia donde se supone que vamos a converger. Mentes que lo saben siempre todo. Manos que mueven los hilos detrás de las cortinas negras del escenario. Nos pretenden hacer creer que todo esto nace de nosotros mismos. El juego ancestral de la marioneta que cree creer que tiene vida propia.
¿Qué ocurriría si nos cortaran los hilos? ¿seríamos capaces de movernos por nosotros mismos con sentido y con coherencia?
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