No sorprende que nos guste tanto ir, aún llueva o haga sol. Un pitillo en la terraza, siempre pensando que es el último del día, y una buena conversación. El hotel Bellevue es testigo permanente, y cuando ya no queda un alma en la calle a las seis de la tarde, Marco Polo siempre esta dispuesto a ofrecer una cena, local o visitante, con un trato muy "frances" al monsieurdame que llame a su puerta.
La rueda lleva ya girando un buen tiempo, antes de que empezaras tu a andar. Puedes elegir intentar pararla, subirte a ella y girar al mismo ritmo, o marcar tu ritmo en equilibrio. Hagas lo que hagas, lo que ya ha rodado, rodado quedará.
jueves, 18 de febrero de 2010
El refugio
Mil veces fotografiada, aun con la mirada. Y mil veces mas que serán. Cuando es necesario detener el tiempo para poder tenerlo, cuando es necesario una descontaminación de uno mismo y cerrar filas en torno a la piña, nos vamos al refugio. La bahia de Txingudi ha sido testigo de decisiones, de encuentros y de confesiones; de tragos buenos pero todos de muy buen gusto. Pero sobre todo es un refugio. Y, aún no siendo necesario practicar el extraperlo, siempre se guarda silencio para escuchar al mar cuando se cruzan las orillas.
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A mí también me encanta el "refugio", espero que coincidamos muchas veces en el futuro...
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