La rueda lleva ya girando un buen tiempo, antes de que empezaras tu a andar. Puedes elegir intentar pararla, subirte a ella y girar al mismo ritmo, o marcar tu ritmo en equilibrio. Hagas lo que hagas, lo que ya ha rodado, rodado quedará.

domingo, 21 de febrero de 2010

El hechizo

En los últimos días, cuando el misticismo deja paso a la realidad, me encuentro de repente con dos ojos oscuros que me observan fijamente, enormes, tan grandes como la propia mirada que desprenden. Sin apenas parpadear, avanzan, retroceden, vuelven a avanzar hasta tenerlos a un palmo de mi nariz. Es en esos momentos cuando todo lo que está alrededor desaparece por unos instantes. Esos ojos me capturan, me agarran con unos lazos invisibles que hacen que ni siquiera pueda girar la cabeza sino es para seguir con mi mirada la suya. Y cuando ya me he quedado totalmente hipnotizado, tengo el tiempo justo para salir del encantamiento y reaccionar con la velocidad de una tortuga que se acaba de despertar de su siesta, y apartar el objetivo de la cámara de una boquita que todo lo quiere saborear.



No hay comentarios :

Publicar un comentario