[...] personas que se paran y admiran las figuras de metal. Les cambian de postura, con articulaciones imposibles, mostrando gestos graciosos y finos. Y se fotografian con ellas. Y les hablan, y se rien con ellas. Mas de una persona piensa que le gustaría tener la talla delgada y fina de las figuras de metal.
[...] Piensa que si fuera una figura de metal quizas la gente de su alrededor la miraría con una sonrisa en el rostro. El pensamiento se convierte en deseo, y el deseo es tan fuerte que se convierte en realidad. Ahora es una figura de metal, una mas en un mundo lleno de figuras de metal [...]"
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