Un montepulciano a ritmo de cora y djembés

El pasado viernes tuvimos la oportunidad de disfrutar con dos grandes, sin capas de cebolla, sin complejos. Lokua Kanza y Salif Keita. Quién nos lo iba a decir. Pero alli estabamos, en primera linea de la barrera. Costó romper la armadura petrea que protege en ocasiones a los germanos. Nosotros mismos bailabamos timidamente. Incluso habia personas a nuestro alrededor que nos miraban con el morro torcido cuando cantabamos, comentabamos y reiamos. Al final la música y el ritmo sin freno de los djembés, la cora, y las voces poderosas de los artistas pudo con la coraza y la gente se unio y se dejo arrastrar. Salif Keita dejo que hubiera personas que subieran al escenario. De los mejores conciertos. Ojala el año que viene, en el Leverkusen Jazz Festival podamos volver a estar cerca de algo similar.